Cinco muertes de Fernando Niembro

Pase, vea y elija la que más le guste.

1. Un Fernando Niembro de avanzada edad fallece de causas naturales en su hogar y rodeado de sus afectos. Su contribución al periodismo en general y deportivo en particular es ampliamente reconocida por sus colegas, quienes le rinden múltiples homenajes a lo largo y a lo ancho del continente americano. La Academia Nacional de Periodismo crea el Premio Fernando Niembro al Periodista Innovador y Hones(sss)to, galardón que en su primera entrega es ganado por Chiche en forma póstuma. Además, da su nombre a una de las tribunas laterales de su querido Club Atlético Nueva Chicago.
2. Fernando Niembro fallece en soledad en el departamento que le prestaba su amigo Marcelo Araujo. En los últimos años se lo vio muy desmejorado y la imagen de su cadáver es impactante: perdió mucho peso, la barba y su clásico bigote muy crecidos y desprolijos, sus ropas viejas, sucias y raídas... Nunca fue el mismo después de la investigación judicial que lo condenara por tráfico de influencias y pedido de dádivas: si bien pudo eludir la prisión, la condena social fue grande y no pudo volver a desempeñarse en medios de comunicación masivos. Los amigos, desaparecieron. Los empresarios que tan gustosos supieron hacer negociados con él, lo abandonaron. A su velorio sólo asisten algunos familiares cercanos, ni siquiera sus entrañables amigos y precandidatos presidenciales Miguel Del Sel y Mauricio Macri, a quienes su chief advisor Jaime Durán Barba los disuade de asistir por considerar piantavotos al finado.
3. El cuerpo sin vida de Fernando Niembro es hallado por la Policía luego de que un vecino denunciara pérdidas en el techo de su cuarto de baño. Los agentes encuentran a Chiche desangrado y recostado en su bañadera -rebalsante y con la canilla abierta-, con los antebrazos completamente abiertos a fuerza de navajazos. En torno al cadáver se encuentra una Gillette, varios frascos vacíos de somníferos y numerosas botellas de ginebra a medio vaciar. El televisor aún encendido en la habitación contigua todavía muestra las imágenes del Barcelona 5 - Real Madrid 0 por la final de la Champions League del día anterior.
4. Todo es alegría en el vuelo 5547 de Mongolia Airlines. La comitiva oficial de la Selección Argentina de fútbol, junto con los más reconocidos periodistas del medio local y numerosos allegados, se felicita por la victoria conseguida en el amistoso jugado frente a Brasil en Pekín. Luego de las victorias ante Canadá y Sierra Leona en Kuala Lumpur y Varsovia, respectivamente, el primer test serio ante los hermanos brasileños tiene un resultado positivo. Entre brindis y copetines, en la primera clase se festeja y se augura en resultado similar en el match a disputar dentro de 3 días en Moscú. En medio de la alegría no prestan atención a las vibraciones que presenta una de las ventanillas. Justo en el momento en el que Fernando Niembro invita a su asiento-cama a una atractiva azafata ucraniana, ocurre la catástrofe: lo que era una pequeña vibración se transforma en una gran rajadura que, despresurización mediante, hace volar por los aires mongoles a todos los ocupantes del sector VIP del vuelo. Las pericias luego indicarían que el deceso de los pasajeros ocurriría al impactar sus cuerpos contra el frío suelo de la estepa y que mantuvieron la conciencia a lo largo de la caída, configurando así una muerte realmente horrorosa. En la lista de fallecidos se encuentran, además de Chiche, Julio Humberto Grondona y sus hijos, el doctor Carlos Salvador Bilardo, Ernesto Cherquis Bialo, la comisión de selecciones nacionales en su totalidad, Marcelo Araujo, Julio Ricardo y una decena de lobbystas futbolísticos desconocidos para el público en general.
5. Esa bomba de tiempo llamada Marcelo Benedetto finalmente explota. Cansado del maltrato sistemático, espera a la salida de los estudios de Fox Sports a su patrón Fernando Niembro y lo rapta. Esposado y encapuchado, Chiche es encerrado en un sótano especialmente acondicionado por Benedetto, que será por unos días su sala de torturas. En el tiempo en que lo mantiene cautivo, el otrora dócil Marcelito le infringe los más terribles tormentos: Niembro es sodomizado en reiteradas oportunidades por su ex empleado, quien además lo obliga a practicar la coprofagia, lo golpea brutalmente, le corta con una sierra oxidada las orejas, los dedos y los testículos (en ese orden) y finalmente lo ahorca con el cable de su micrófono (producto de una extraña manía, Benedetto lleva su micrófono de cronista siempre consigo). Una vez muerto, trocea su cuerpo con la misma sierra y guarda sus partes en la heladera para luego cocinarlo y servirlo en un evento social que planea organizar en su hogar junto a otros colegas (por supuesto, sin que estos lo sepan). El horror es descubierto involuntariamente por el periodista Paulo Vilouta, cuando descubre la cabeza de Fer congelada en la heladera del anfitrión, luego de que en plena fiesta fuese a buscar una banana, quién sabe con qué fines.